La etapa preescolar es el periodo de vida que comprende de los tres a los seis años. Es una etapa de completo descubrimiento y comienza la consolidación de muchos de los comportamientos que nos acompañarán durante toda la vida.

El desarrollo en la etapa preescolar

El desarrollo es un proceso de cambios en el crecimiento físico, en las habilidades sociales, emocionales, de comportamiento, de pensamiento y de comunicación. Todas estas áreas de desarrollo están vinculadas y cada una depende de las otras e influye en ellas.

En los primeros seis años de vida, las experiencias y las relaciones estimulan el desarrollo de los niños, creando millones de conexiones en sus cerebros. De hecho, los cerebros de los niños desarrollan conexiones más rápido en los primeros seis años que en cualquier otro momento de sus vidas. Este es el momento en que se establecen las bases para el aprendizaje, la salud y el comportamiento a lo largo de la vida.

De la misma manera, el desarrollo físico se encuentra en un momento clave. El crecimiento físico del niño es resultado de la genética, la alimentación y las oportunidades de jugar y hacer ejercicio. Los periodos de desnutrición durante la niñez afectan el desarrollo físico y el cognoscitivo: se retrasa el crecimiento físico y con ellos las habilidades motoras por lo que poner atención a la alimentación de nuestros hijos es una de las áreas más sensibles de nuestra paternidad.

Por otro lado, el desarrollo motor muestra distintos avances, tanto en motricidad gruesa como motricidad fina.

A los 3 años, la conducta motora gruesa empieza a automatizarse (ejecutar sin pensar en ello), la conducta motora fina, lo hace a partir de los 4 años. Conforme se desarrollan las conductas motoras, el niño se vuelve más independiente y realiza mejor sus diarias actividades.

Por su parte, el desarrollo de lenguaje está intrínsecamente ligado al desarrollo social; ya que los niños al tener un mayor abanico de expresiones son capaces de relacionarse de una manera más profunda.

Es importante recalcar que el lenguaje no incluye solamente el uso de palabras, las expresiones no verbales como los gestos faciales y corporales refuerzan los mensajes, apoyando o sustituyendo lo dicho verbalmente por el preescolar.

El preescolar en la escuela

Cuando un niño está comenzando la escuela, los padres debemos tener en cuenta que puede haber grandes diferencias entre algunos niños en términos de capacidad de atención, preparación para la lectura y habilidades motoras finas.

Sea paciente y bríndele confianza.

Tanto los cuidadores demasiado ansiosos (preocupados por las habilidades del niño más lento) como los demasiado ambiciosos (presionando habilidades para hacer que el niño sea más avanzado) pueden dañar el progreso normal del niño en la escuela.

A medida que su hijo pasa más tiempo en el mundo exterior se vuelve más independiente y es importante que usted y su hijo conozcan las formas de mantenerse a salvo.

Es normal que los niños en edad preescolar prueben sus límites físicos, conductuales y emocionales. Por lo que es importante tener un entorno estructurado y seguro en el que puedan explorar y enfrentar nuevos desafíos. Sin embargo, los niños en edad preescolar necesitan límites bien definidos.

  • Cómo acompañar a mi hijo preescolar
  • Brinde atención, aceptación y aprecio por quién es.
  • Demuestre su amor en acciones y con afecto físico.
  • Reconozca y elogie a su hijo cuando haga algo bien. Mientras más elogie un comportamiento, más probabilidades habrá de que lo repita. Señale exactamente lo que le gustó o estuvo bien.
  • Apoye y establezca límites de seguridad cuando sea necesario.
  • Dele a su hijo un número limitado de opciones sencillas para elegir, esto fortalecerá su capacidad de tomar decisiones.
  • Préstele atención cuando le hable o intente comunicarse con usted. Darle su atención completa lo ayudará a usted a entender lo que le está diciendo. También hará que su hijo sienta que a usted le importa lo que quiere decirle.
  • Respete sus gustos y emociones, nunca se burle de lo que siente.
  • Ayude a su hijo a seguir los pasos para resolver problemas cuando esté molesto.
  • Reserve tiempo todos los días para hablar y jugar. Crear este tiempo especial le dice a su hija o hijo que es importante para usted. Esto fortalecerá el vínculo entre ustedes.
  • De ánimo para aprender, confiando en sus capacidades.

Como podemos ver la etapa preescolar constituye un sinfín de nuevos retos, tanto para los pequeños como para nosotros, sus padres. Conocer cuáles serán los nuevos alcances de nuestros hijos, es una herramienta importantísima para poder impulsarlos, al mismo tiempo que respetamos el límite de sus capacidades.

De igual manera, reconocer a la escuela como un agente primordial en todas las esferas del desarrollo preescolar nos permite acompañar de manera consciente la naciente autonomía de nuestros pequeños.

La capacitación, tanto de padres de familia como del personal de colegios y escuelas, es fundamental para el correcto acompañamiento en esta etapa de nuestros hijos. Acares – Alianza Educativa te puede ayudar a ti y a tu escuela a lograr tus objetivos en este tema tan fundamental para la educación.

Por último, no olvidemos la importancia de los límites con amor. Educar, respetar y apapachar a nuestros hijos es fundamental.