Hoy en día se busca estimular a los niños de modo que adopten el hábito de la lectura de manera temprana. Fomentar la lectura, desarrollar la motivación e inculcar el hábito desde la infancia aporta una serie de ventajas que les será beneficioso no solo a corto plazo, sino que a lo largo de toda la vida.
Hace varios años atrás, los niños eran introducidos a la lectura al comenzar la educación primaria. Actualmente, siendo conscientes de los beneficios que otorga la introducción temprana a la lectura, no es de extrañar que los docentes de nivel inicial y, también los padres, adopten diferentes prácticas para que los niños empiecen a familiarizarse con la lectura antes de que los pequeños comiencen a hablar, leer o escribir.
María Montessori, medica psicóloga, psiquiatra y pedagoga italiana, conocida por ser la creadora del famoso Método Montessori, aseguraba que los niños absorben “como esponjas”. A través de esta comparación, la doctora especialista en neurología buscaba explicar de manera sencilla que los niños pequeños tienen mayor facilidad para asimilar información y conocimientos que los adultos. Esto se debe a que el sistema de aprendizaje es diferente durante los primeros años de vida.
La lectura en la infancia no solo contribuye a estimular la memoria, fomentar la curiosidad y la imaginación, sino que también les permite adentrarse en mundos nuevos, aprender sobre diferentes temas, y aumentar su capacidad de discernimiento, mas allá de los beneficios que el hábito de la lectura ofrece a largo plazo.
Asimismo, a largo plazo, los lectores suelen ser personas más independientes, con mayor autonomía, poder de elección y alta capacidad para tomar mejores decisiones ante las dificultades de la vida. Además, la lectura estimula el cerebro mejorando la actividad cerebral y ralentizando enfermedades como el Alzheimer.
¿Cuáles son los beneficios que brinda la lectura en la infancia?
Las ventajas que aporta adquirir el hábito de la lectura desde la infancia son muchos, como ya hemos mencionado. La lectura brinda beneficios a nivel emocional, lingüístico, cognitivo, lúdico y cultural.
Además, la lectura permite evitar la rutina, desconectarse de las pantallas y liberar tensiones mientras realizan una actividad placentera que les divierte y entretiene.
Los niños que tienen contacto con la lectura desde pequeños se ven beneficiados de las siguientes maneras:
Mejora las destrezas lingüísticas
Mediante la práctica de la lectura se adquiere mayor velocidad en la lectura, se evita el silabeo, se mejora la comprensión, la expresión oral y la escritura.
De más está decir que la lectura permite ampliar el vocabulario, mejorar la ortografía, familiarizarse con nuevas expresiones, mejorar la gramática y la escritura.
Estimula las capacidades cognitivas
Cuando leemos, la función cerebral es estimulada; es por ello que, mediante la lectura, se desarrollan y fortalecen capacidades como la imaginación, el razonamiento, el sentido común, la concentración, el pensamiento, la capacidad de atención y el aprendizaje. Estas habilidades no solo le serán de utilidad para el desempeño escolar y en el ámbito laboral a futuro, sino que también para enfrentar las diferentes situaciones de la vida.
Desarrollo de la inteligencia emocional
El hábito de la lectura promueve el desarrollo emocional y la construcción de la identidad. Permite elevar la autoestima, la confianza y la seguridad en uno mismo, mejorando la interacción con los pares.
La inteligencia emocional no solo permite identificar, comprender, manejar y expresar las emociones propias, sino que también brinda herramientas para desarrollar habilidades sociales como la empatía, permitiendo reconocer y ser entender las emociones ajenas y los diferentes puntos de vista.
Brinda entretenimiento y diversión
La lectura es ideal para que los niños salgan de sus rutinas, se alejen de las pantallas y realicen una actividad placentera que les permita dar rienda suelta a la imaginación, la ilusión y la fantasía y sumergirse en diferentes mundos con personajes, situaciones y lugares mágicos, divertidos o interesantes.
Promueve la curiosidad
A leer no solo los niños adquieren conocimientos sobre aquello que los rodea, sino que también se fomenta la curiosidad, el asombro y el interés por saber más sobre diversos temas. Los infantes que están en contacto con la lectura, en busca de recibir mayor información y obtener respuestas, hacen preguntas que los llevan a aumentar sus conocimientos.
Contribuye a disfrutar de los momentos de tranquilidad y soledad
Compartir momentos con otras personas es maravilloso; sin embargo, valorar y disfrutar de los momentos de soledad resulta placentero y necesario. Quienes poseen el hábito de la lectura, suelen ser personas capaces de valorar los momentos de tranquilidad, de reflexión y de conexión consigo mismos.
¿Cómo fomentar y crear el hábito de la lectura en la infancia?
Es sabido que los niños imitan las conductas del entorno, tanto para aprender como para integrarse y lograr el sentido de pertenencia. Es por tal motivo que, para crear el hábito de la lectura en la infancia, la mejor manera es dando el ejemplo con acciones y brindando a los niños herramientas que despierten el interés por la lectura.
¿De qué manera podemos contribuir a crear el hábito de la lectura en los niños? A continuación, enumeraremos algunos tips que serán de ayuda para despertar el interés por los libros durante la infancia
Crear y organizar una biblioteca para niños
Si los adultos tenemos biblioteca, ¿por qué los libros de los niños son guardados en cualquier sitio? Con el solo hecho de poseer una biblioteca personal, el interés de los pequeños por los libros aumentará: tendrán un espacio propio que les brindará mayor autonomía y les permitirá cuidar y disfrutar más de sus libros.
Es importante que la biblioteca se encuentre en un lugar cómodo y accesible para que puedan tener acceso a los libros sin necesidad de depender de un adulto y que la misma contenga libros que traten temas de su interés.
Crear un espacio de lectura
Si el espacio físico lo permite, contar con un rincón de lectura donde el infante pueda sumergirse en sus historias favoritas con la certeza de que no será interrumpido mientras lee, será sumamente positivo.
Al igual que se poseen espacios destinados al juego, contar con un rincón confortable dedicado a la lectura, donde haya una mesa, una silla o sillón, cojines y buena iluminación, fomentará a los niños a darle mayor importancia y a disfrutar más del momento de la lectura.
Compartir el momento de lectura
Destinar un momento del día para leer un libro junto a nuestro hijo, puede convertirse en una rutina tan placentera como divertida tanto para el pequeño como para los padres.
Es fundamental comenzar con libros que atraigan la atención del niño y no incitarlos a leer sobre temas que no son de su interés, para que la actividad no se convierta en un momento tedioso y aburrido.
Al compartir la lectura estaremos no solo compartiendo un momento de calidad con nuestro hijo, sino que, también inculcandole la pasión por los libros, mejorando la comunicación, la conexión emocional y generando el hábito de la lectura.
La lectura, además de resultar una actividad placentera que permite adquirir cultura general y disfrutar de grandes obras, ofrece grandes beneficios a nivel psíquico y emocional, como hemos mencionado con anterioridad. Por tal motivo es un acto de amor por parte de los padres, fomentar el hábito de la lectura para mejorar la calidad de vida de sus hijos a corto, mediano y largo plazo.