Desde hace algunos cuantos años vienen gozando de una gran popularidad, las pedagogías educativas que se diferencian de las convencionales. Esto permite abrir nuevos paradigmas respecto a los aprendizajes y las enseñanzas y, en torno a ello, la modalidad Waldorf consigue desmarcarse con una gran diferencia.
Waldorf está basado en la realización de dinámicas que incentivan el aprendizaje de manera colaborativa e individual, en la cual los alumnos y las alumnas tienen un rol protagónico en su propio aprendizaje.
Una de las claves preponderantes de esta pedagogía educativa que se diferencia de la educación convencional, es la integración con la familia del alumnado según cada etapa madurativa.

¿Cuál es la raíz de la metodología Waldorf y en que consiste este sistema educativo?

Puede ser que este sistema pedagógico alternativo, te llegue como algo revolucionario, novedoso e incluso que no hayas escuchado hablar de él jamás. Sin embargo, la metodología Waldorf se ha empezó a desarrollar tras la Primera Guerra mundial, en los albores del año 1919.
La pedagogía Waldorf ha tenido su fundación por el especialista en filosofías y Letras Rudolf Steiner. El profesor, luego de haber sido contratado por el dueño de una tabaquera, “Waldorf- Astoria Cigarrette Company” en Stuttgart, implementó, con el fin de estructurar una educación nueva y más libre para los hijos de sus empleados otra forma de enseñanza.
La metodología Waldorf, desde su parte pedagógica, cuenta con varias diferencias que lo fueron alejando de la educación tradicional, entre ellas, no hay exámenes, materiales didácticos externos como textos, libros o deberes.

La pedagogía en cuestión, diseña su propio centro de estudio amparado en las asignaturas oficiales que se readaptan a los diversos ritmos de aprendizajes de cada alumno. De esta forma, se construye una dinámica pragmática y de mayor critica preparando a los alumnos con una perspectiva trasversal y en donde se fomente el espíritu crítico y la creatividad.
Dentro de esta pedagogía educativa, prevalece una gran importancia sobre el desarrollo artístico. Además de las asignaturas curriculares oficiales como la danza, pintura o teatro también podremos encontrar, por ejemplo, la artesanía.

¿Cuáles son las etapas educativas de los colegios Waldorf?

Esta metodología de enseñanza, se comienza a administrar desde los primeros meses de vida hasta los 21 años y, además, se encuentra repartida en tres etapas: Jardín de las infancias, edad de escolarización y escolarización joven y adulta.
Cada una de estas etapas cuenta con una importante proyección en el desarrollo cognitivo de los estudiantes, sin perder el enfoque de los tiempos individuales que cada uno requiera.

  • Etapa 1 (Hasta los 7 años): Durante este período, la educación estará puesta en la importancia de la psicomotricidad tanto fina como gruesa. Además, el alumno comenzará a realizar un trabajo de comprensión de todo el entorno que lo rodea.
  • Etapa 2 (Hasta los 14 años): Durante esta fase se persigue el trabajo de la profundización de la creatividad y de la imaginación. Este es un período en el cual el docente trata las diversas asignaturas como lo es matemática o historia a través de juegos que fomenten a la imaginación e interactúe con la creatividad.
  • Etapa 3 (Hasta los 21 años): Durante este período se trata de arraigar esas características particulares de cada uno de los individuos. Este es el momento en el cual los docentes tienen la imperiosa labor de motivar a los alumnos a tener su propio juicio de valor sobre el contexto en el que viven.

Beneficios y las desventajas de la pedagogía Waldorf

Como hemos mencionado, la pedagogía Waldorf ha sentado sus bases en períodos de enseñanza que están divididos por septenios; y cada uno de ellos tiene su propio enfoque.
El juego libre y su simbología es una de las tantas herramientas de Waldorf hasta los 7 años, de hecho, no hacen énfasis en la enseñanza de las matemáticas, la lectura y escritura hasta esa edad.
Además, la pedagogía Waldorf no posee exámenes ni textos ni libros. Otra de las características que podría estar a contramano en esta metodología es que no se usan ni tablets, televisores u ordenadores, ya que, Steiner, el mentor de Waldorf, estaba en contra de ellas.

Beneficios de la pedagogía Waldorf

  1. El fuerte énfasis que se le hace a la cultura y el arte que permiten un desarrollo increíble de la creatividad.
  2. Tienen desde su comienzo un fuerte arraigo por el trabajo en equipo, inoculando la importancia de ser seres colaborativos y empáticos.
  3. La pedagogía Waldorf tiene un gran respeto por la evolución y el desarrollo de cada una de las etapas de los chicos.

Desventajas de la metodología Waldorf

  1. Tal vez la más importante, es que no cuentan con acceso a la tecnología. Esto generará una gran desventaja para el futuro en los niños a nivel profesional; como así también, en habilidades básicas que son de relevancia para el siglo 21.
  2. Una de las funciones de Waldorf, esta asociada a que ellos deben mantenerse constantemente ocupados. Esto en ocasiones puede generar mucho estrés.
  3. Si bien este punto es característico de cada institución, ha habido padres que mencionaban un adoctrinamiento esotérico en estas escuelas.

¿Cuáles son los principios básicos de la pedagogía Waldorf?

La prestigiosa Universidad de Stanford ha concluido en un estudio que los estudiantes Waldorf, en general, tienen un rendimiento superior a los estudiantes de las escuelas estandarizadas. Este estudio se ha realizado con los alumnos que habían terminado el período de la primaria.
Este estudio de la Universidad de Stanford realizado en el 2015, aseveraba que los niños Waldorf carecen de la experiencia necesaria para la realización de pruebas que son estándar, como así también de los conocimientos que son elementales en cuanto a la tecnología.

A continuación, desarrollaremos algunos de los principios de esta pedagogía que tiene como protagonistas a los docentes, familias y niños:

  1. La infancia no debe ser tomada como una competencia: Todos los chicos no se desarrollan de la misma manera, y mucho menos poseen el mismo tiempo de aprendizaje. La pedagogía Waldorf inculca la importancia de acompañar de manera eficiente según las necesidades que tengan nuestros hijos en cada momento. De este modo, se termina aprendiendo a no esperar que ellos sean lo que nosotros hemos querido ser y, mucho menos, esperar que superen las habilidades que pudieran haber desarrollado otros chicos de su edad.
  2. La importancia de fomentar su creatividad e imaginación: Waldorf le da una gran relevancia a que los niños puedan desarrollar la imaginación. En este punto, la participación de los padres para contarles historias y que los niños puedan interpretarla en su imaginación, será importante en su desarrollo cognitivo.
  3. Establecer una conexión sinérgica con la naturaleza: Los chicos pueden prosperar de forma óptima con la actividad física. Cuando los niños están en permanente contacto con el afuera, con la naturaleza, se predisponen a estar con mucha más atención del mundo que los rodea. ¿Qué significa esto? Que los niños puedan aprender a observar todo su entorno y la belleza de la naturaleza; ese entorno, tiene un efecto relajante para ellos.
    El afuera ofrece un sinfín de actividades para tener una conexión estrecha con la naturaleza: Ver insectos, juntar hojas, jugar con piedras y palos, cavar en la arena u oler flores.
  4. Los padres deben estar presentes para que los niños aprendan a jugar: Según la pedagogía Waldorf, los juguetes que son más simples son aquellos que proporcionarán una mayor creatividad. El mentor de la pedagogía, Steiner, hacía constante hincapié en que los juguetes deben ser naturales y ofrecer diferentes experiencias sensoriales. ¿Porqué Steiner creía en que los juguetes simples eran mejor para los niños? Porque esto los obligaba a convertirlos en otros objetos, los llevaba indudablemente, a tener que desarrollar su imaginación.
    La pedagogía Waldorf tiene como cómplices indirectos a los juguetes ecológicos que todos los niños pueden tener acceso: Trapos de seda, piñas, bloques de maderas piedras, cartón etc.
  5. La importancia de la rutina: La rutina es sumamente importante y la educación Waldorf lo tiene bien estructurado: Cada mañana comienza el día con una hora de música, donde se recitan versos y hacen actividades físicas.
    Las rutinas les aportan muchos beneficios a los chicos ya que les genera una mayor percepción de seguridad y los acercan a un plano más humano y terrenal.
  6. Desarrollar los espacios adecuados para el arte: Uno de los aspectos que más énfasis pone la pedagogía Waldorf se encuentra en el arte. Tener un espacio es donde los niños puedan desarrollarse, son sinónimos de prácticas de juegos creativos. Estos espacios en donde los chicos puedan acercarse al arte, es un tiempo que se encuentran en completo contacto con la creatividad.

Waldorf y Montessori dos metodologías distintas que comparten similitudes

Estas dos pedagogías son alternativas, con esto nos referimos a que son alternativas a los métodos de enseñanzas tradicionales, la principal característica de ambas es el respeto por la infancia.
Ahora bien, ¿A qué nos referimos con esto del “respeto por la infancia”? Esto quiere decir que estás pedagogías cambia el ángulo de importancia: Los padres y docentes dejan de ser la parte principal y pasa a serlo exclusivamente el niño.
Tanto Montessori como Waldorf tienen como figura principal a los chicos y, a raíz de ello, es la importancia de adecuar cada uno de los saberes de manera personalizada: Con saberes y materiales adecuados para cada uno de ellos.
Las actividades que se van desandando durante el camino de los aprendizajes de contenidos, se adaptan a la edad y las habilidades de cada uno de los niños. Esta es la esencia de ambas pedagogías, jamás se pierden de vista cuales son las necesidades que tienen los niños durante cada una de sus etapas.

En ningún caso Waldorf o Montessori modificaran las personalidades de los niños, sino que están en la búsqueda constante de que sean ellos mismos los que saquen a relucir sus verdades capacidades individuales con las que cuenten.

Estás pedagogías tienen muchas similitudes que son las que marcan los cimientos de una forma no tradicional de educar:

  • Ninguno de estos métodos es nuevo y mucho menos son moda. Montessori ha sido iniciada en el año 1907 y Waldorf en el 1919.
  • Las dos modalidades son de educación activa: Se necesita de la participación del niño en el aula y en su casa con una presencia activa de los padres.
  • En las dos pedagogías se priorizan todas las necesidades de los chicos mientras que ellos son considerados el motor esencial de cada uno de los procesos de aprendizajes.
  • Trabajan por la obtención de conocimientos multidisciplinarios que le aporte valores para la vida. El objetivo es el de formar personas más que alumnos.
  • No trabajan sobre las asignaturas tradicionales de la forma clásica, sino que por proyectos de extensa duración que podrían incluir a varias materias.
  • No se usan libro que sean estandarizados, sino que se utiliza literatura infantil para el desarrollo de la lectura y comprensión de textos; sin la necesidad de estructurar las clases en base a libros.
  • Si bien la educación se establece en las aulas, no existe la conceptualización de clases; las aulas son los ambientes en la cual los alumnos desarrollarán diferentes actividades.
  • Montessori y Waldorf no tienen establecidas las mismas formas de calificaciones académicas. Para estas metodologías, una nota o calificación, no puede ser el índice que mida conocimientos y mucho menos la inteligencia. Los docentes son los encargados de evaluar el avance de cada uno de los chicos teniendo como referencia las actividades realizadas en las aulas.

Cada niño es único y puede verse más cómodo en diferentes ámbitos por eso, los deberes como los conocíamos en estas pedagogías cambian. Aquí se fomenta la participación al trabajo, de lo aprendido en clase mediante el juego y siempre con la participación activa de la familia.

La concientización y relevancia de los adultos

Los adultos tienen un rol de muchísima importancia. Estos deben ser consientes que cada niño tiene habilidades específicas y que no debe proyectar sus expectativas en ellos.
El adulto no debe esperar nada de los niños, los deben acompañar y ser respetuosos de sus individualidades y personalidades. Los padres deben estar en todo el proceso acompañándolos y ayudándolos en todo lo que necesiten para su desarrollo y aprendizaje.
El adulto es responsable de acompañar esta pedagogía de aprendizaje, comprendiendo que se están formando personas independientes con el afán de conseguir una sociedad más justa, inclusiva e igualitaria.
La pedagogía Waldorf es una de las muchas alternativas a la educación convencional. Seguramente habrá un largo trecho por recorrer y ha de ser de suma importancia que progresivamente se vayan instalando en la educación pública, para que todos los niños puedan acceder a una forma de diferente de educación y de contemplar el mundo.